miércoles, 25 de junio de 2014



  COMPARACION Y CLASIFICACION

 COMPARACION:  Se entiende como el acto de comparar, que es el análisis de dos o más objetos o situaciones con el fin de encontrarles semejanzas o diferencias.
Así, si nos pusieramos a comparar dos computadoras, podríamos buscar diferencias en relación a sus características técnicas, el tamaño de sus pantallas, su procesador o su diseño. Pero la comparación no se reduce a las características físicas, de manera que si compararamos dos personas, también podríamos hablar de su forma de ser o actitud.

   Si profundizamos un poco más, nos encontramos con que la comparación es una figura retórica que también se conoce como símil, y que es ampliamente utilizada en la literatura, con especial énfasis en la poesía. Generalmente, la comparación es más usada que la metáfora, al ser más sencilla de comprender y de elaborar. Desde los tiempos de Aristoteles el símil ya era utilizado como una figura recurrente en la literatura, pasando por autores de la talla de William Shakespeare hasta los autores modernos. El símil puede incluso ser encontrado en expresiones del leguaje cotidiano, como en "es más rápido que una bala" o "es manso como un corderillo". Si uno lo analiza, es fácil notar que el símil es una de las figuras retóricas más utilizadas.

CLASIFICASION: es un concepto vinculado con el verbo clasificar, que se refiere a la acción de organizar o situar algo según una determinada directiva. El término también se utiliza para nombrar al vínculo que se establece entre aquellos clasificados tras una prueba.




ANGEL VELASQUEZ
CI:24241044
El proceso de la lectura

   El proceso de la lectura se manifiesta de forma muy compleja ya que se debe comprender de qué manera el lector, el escritor y el texto contribuyen al mismo. Su asimilación implica una transacción entre el lector y el texto; las características del que lee son tan importantes como las del contenido. La relativa capacidad de un lector en particular es obviamente importante para el uso exitoso del proceso aunque también lo es el propósito del descifrador, la cultura social, el conocimiento previo, el control lingüístico, las actitudes y los esquemas conceptuales.
  

   Toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz de comprender y emprender a través de la misma depende en gran parte de lo que el conoce y cree antes de la lectura, eso se puede observar cuandose encuentran diferentes personas leyendo el mismo texto varían en lo que comprenden de el, según sean sus contribuciones personales al significado, pueden interpretar solamente sobre la base de losque conocen. Todos hablan un dialecto de lenguaje y a veces varios registros o maneras de utilizar el lenguaje en diferentes contextos. Las formas del lenguaje que el lector controla afectarán fuertemente su lectura. El éxito de la lectura dependerá también del modo en que el lector y el escritor acuerden la manera de utilizar el lenguaje en sus esquemas conceptuales y sus experiencias previas.


 


ANGEL VELASQUEZ
CI:24210444
LA OBSERVACIÓN:

   

   Es el proceso cognitivo más básico o primitivo. Este consiste en enfocar laatención en una cosa, persona o ambiente específico, para así identificar sus características. Es esencialmente un proceso de análisis que sirve para reconocer el objeto y determinar sus rasgos físicoscomo el color, la textura, el tamaño. O sus rasgos funcionales como el movimiento, la composición, la función, entre otros.
Generalmente el término observar, se confunde con ver o mirar. Sinembargo son conceptos totalmente diferentes.
    Ver, significa usar el sentido de la vista, simplemente tener los ojos abiertos.
Mirar, significa ver algo específico pero sin detallarlo.
Y observar, vamosmás allá de solo ver o mirar, nos adentramos en conocer lo que miramos. Es por ello que se relaciona con el resto de los procesos cognitivos, ya que luego de observar, al diferenciar sus característicashablamos de describir, o cuando lo identificamos, hablamos de clasificar. Y así sucesivamente.

   ESTILOS DE APRENDIZAJE

   Al hablar de Estilos Cognitivos nos estamos refiriendo a ciertos modos de caracterización de percibir, recordar y pensar, o a maneras distintas de descubrir, almacenar, transformar y utilizar la información; en realidad, reflejan regularidades de procesamiento de información y se desarrollan en sintonía con tendencias significativas de la personalidad, ya que se infieren a partir de las diferencias individuales en la manera de organizar y procesar los datos informativos y la propia experiencia.
   Son muy diversas las definiciones que los investigadores les han ido dando al concepto de Estilo Cognitivo. Veamos a continuación algunas de ellas.
Definición: Son conjuntos de rasgos estables intelectuales, afectivos y emocionales mediante los que una persona interactúa en un ambiente de aprendizaje. Se encuentra integrado por habilidades cognitivas y metacognitivas.
   El ser humano es único e irrepetible. Esta singularidad establece una gran diversidad para percibir e interpretar la realidad, adquirir y procesar la información, pensar, hablar, actuar, etc. Por esta razón, nunca debemos utilizar las teorías y modelos existentes sobre el concepto de estilos de aprendizaje para clasificar a nuestros alumnos en categorías cerradas, sino entender que cada persona tiene un estilo de aprendizaje determinado que varía no sólo en función de la información recibida sino también del contexto. Además, nuestra manera de aprender evoluciona y cambia constantemente en el tiempo.

Las estrategias cognitivas y metacognitivas
 
Las estrategias son conductas u operaciones mentales
Es lo que el alumno realiza en el momento de aprender y que está relacionado con una meta.
Son conductas observables (directa o indirectamente) durante el aprendizaje.
                         
          

     

ANGEL VELASQUEZ
CI: 24210444
HÁBITOS DE ESTUDIO
 
   Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito
académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria.
Conocer y entrenarse en hábitos de estudio que potencien y faciliten la
habilidad para aprender, son pasos clave para sacar el máximo provecho y
conseguir el mejor rendimiento en los años de formación académica.
   
   Tanto los hábitos como las actitudes tienden a estar encerrados en el método
de estudio que posee cada persona. Así, entendemos el hábito como la facilidad
adquirida para su ejecución mediante el
entrenamiento en las diversas actividades
que implica. 
 


ANGEL VELASQUEZ
CI. 24210444

viernes, 20 de junio de 2014

Producción escrita

Producción escrita


La composición escrita es un proceso cognitivo complejo mediante el cual la persona traduce sus representaciones mentales: ideas, pensamientos e impresiones en discurso escrito coherente, en función de hacérselos llegar a una audiencia de manera comprensible.
La palabra escrita es la herramienta básica del pensamiento, de modo que es un recurso clave para aprender, reconsiderar, refinar y modificar para expresar nuestras ideas y conocimientos sobre cualquier materia.

Comunicarnos por escrito es de suma importancia para transmitirles a otros individuos nuestras ideas, a nivel social a través de cartas, notas, entre otras; a nivel educativo por medio de monografías, ensayos, informes, tesis; en el medio laboral debemos elaborar informes, oficios, actas, constancias. A menudo se nos dificulta expresarnos de forma coherente, comprensiva o de manera imprecisa en diferentes partes del texto, generando poca proporción entre los espacios dedicados a los contenidos del tema predeterminado o que no se llegue a una conclusión o solución.
A nivel pedagógico la expresión escrita se ha enfocado en la gramática, pues para aprender a escribir se debe conocer la ciencia de la lengua, esto abarca sintaxis, ortografía, léxico, etc. La gramática incorrecta y la construcción descuidada de la oración, generan confusiones que dificultan la comunicación. Es de total importancia adquirir la táctica de estructura de textos (saber generar ideas, hacer esquemas, revisar un borrador, entre otras)



Joulis Rodríguez
C.I: 23.597.241

Hábitos de estudio

Hábitos de estudio


Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria. Conocer y entrenarse en hábitos de estudio que potencien y faciliten la habilidad para aprender, son pasos clave para sacar el máximo provecho y conseguir el mejor rendimiento en los años de formación académica.
 Tanto los hábitos como las actitudes tienden a estar encerrados en el método de estudio que posee cada persona. Así, entendemos el hábito como la facilidad adquirida para su ejecución mediante el entrenamiento en las diversas actividades que implica.

§  PLANIFICACIÓN                 
Como cualquier actividad humana, el estudio debe someterse a los principios de racionalidad y economía; es decir, conseguir el máximo rendimiento invirtiendo el mínimo esfuerzo. Tenemos la necesidad de elaborar y desarrollar hábitos en esta actividad tan necesaria y decisiva.
La organización es fundamental para la realización de cualquier trabajo, ya sea de estudio o de otro tipo.

Ventajas de la planificación.
• El estudiante sólo necesita adaptar el plan de trabajo y procurar llevarlo a cabo, rompiendo con la indecisión de cada momento, la improvisación o el pasar de una actividad a otra sin control.
• Condiciona a un trabajo diario, que favorece la creación del hábito y la concentración.
• Por tratarse de algo personal, el alumno o alumna ajustará su tiempo a sus circunstancias y a las distintas áreas de aprendizaje.
• Resulta el estudio más llevadero, agradable y eficaz, con una menor fatiga mental, evitando la acumulación de trabajo en el último momento.
• Permite analizar el nivel de cumplimiento del plan y su rectificación si se considerase necesaria.
Cómo ha de ser la planificación.
• Personal: tiene que ser algo propio, elaborado por el alumno/a. Ni todos los estudiantes necesitan dedicar a estudiar la misma cantidad de tiempo, ni todos pueden permanecer sentados ante el libro por igual espacio de tiempo.
• Sencilla y Realista: lo importante de una planificación es que resulte útil; de poco serviría una atractiva planificación si fuese imposible llevarla a la práctica. La planificación tiene que estar adaptada a las posibilidades y limitaciones personales, tiempo disponible, dificultad de los aprendizajes, objetivos a lograr, condiciones familiares, etc. Asimismo, debe ser algo sencillo, que entre por los ojos y se perciba de un golpe de vista.
• Flexible: que una programación sea flexible no significa que pueda alterarse o incumplirse constantemente. La flexibilidad se entenderá en el sentido de poder contar con un tiempo de reserva para, ante situaciones o acontecimientos imprevistos, evitar el incumplimiento de la programación.
• Rectificable: cuando se llegue a comprobar que la planificación no es ajustada a la realidad, hay que efectuar los ajustes pertinentes hasta lograr que se convierta en una herramienta que sirva de orientación en todo momento. Resulta comprensible que el alumno/a, hasta que adquiera cierta práctica cometa importantes errores de cálculo en conjugar tiempo y aprendizaje con las posibilidades personales.
• Escrita: el escribir la planificación tiene varias ventajas; se clarifican las ideas, ayuda a fijarla en la mente, permite colocarla a la vista, cerca de la mesa de estudio, refuerza el compromiso personal de llevarla a cabo.
Una forma concreta de llevar a cabo mis objetivos y crearme un hábito de trabajo es planificar mi tiempo de estudio de forma que me dé confianza y seguridad en mí mismo. Además, mi planificación me ahorrará tiempo y esfuerzo, a la vez que me dará una visión global del quehacer.
Para ello debo tener en cuenta:

• Estudiar todos los días el mismo tiempo y, a ser posible, a la misma hora.
• Buscar las horas de estudio donde mi rendimiento sea más alto.
• No trasnochar ni madrugar excesivamente.
• Poner el orden de estudio de cada materia de acuerdo con mi propia curva de trabajo (nivel de concentración).
• Distribuir el tiempo de estudio para cada materia de acuerdo con el grado de dificultad y exigencia personal.
• Estudiar en varios periodos seguidos, intercalando pequeños descansos después de cada periodo.
• Concretar qué tengo que estudiar en cada periodo. Una vez realizado mi tiempo de estudio debo seguirlo y revisarlo periódicamente a fin de introducir las correcciones necesarias. También debo ser constante y no desanimarme si en los primeros días no consigo cumplirlo totalmente.

“Si cumplo mi horario de estudio conseguiré avanzar más, sentirme más seguro y más capaz.”

Joulis Rodríguez
C.I: 23.597.241